AJUSTES EN POLÍTICA MONETARIA AFECTARÁN A MERCADOS EMERGENTES.
El ajuste de las políticas monetarias en las economías desarrolladas este año provocará volatilidad en los mercados internacionales y tendrá impacto en ciertas economías de países emergentes, dijo el miércoles (29/01) la directora gerente del FMI, Christine Lagarde.
La funcionaria, que habló por conexión de video a una conferencia de inversiones en Costa de Marfil, dijo que el panorama de la economía global en general luce positivo y que las economías más avanzadas continuarían su recuperación económica en el 2014.
Países de crecimiento veloz como China e India también tendrían un desempeño sólido, dijo, destacando que el Fondo Monetario Internacional recientemente elevó su proyección de la expansión global para este año al 3.7 por ciento. Con el inicio de la reducción del programa de alivio monetario de la Reserva Federal estadounidense ya afectando a los mercados emergentes, Lagarde dijo que el ajuste de los bancos centrales occidentales tendría impacto este año.
"Creemos que en 2014, la política monetaria de los bancos centrales de las economías avanzadas inducirá (...) volatilidad en los mercados internacionales y en la situación monetaria de ciertas economías emergentes" , dijo, desde París.
La funcionaria afirmó que el impacto sería diferente entre los "países emergentes sólidos, que tienen espacio para maniobrar, y aquellos que no han construido este margen ni introducido una serie de medidas económicas o presupuestales" . Los mercados emergentes han visto una liquidación grande en días recientes ante preocupaciones de que el ajuste causaría tensión en las economías que dependen excesivamente de los ingresos de capitales extranjeros.
El banco central turco se vio obligado a elevar fuertemente las tasas de interés para contener la fuga de capitales. Lagarde dijo que el panorama para África subsahariana era positivo, con un crecimiento para la región previsto por encima del 6 por ciento en 2014.
ARGENTINA Y VENEZUELA LAS DOS ECONÓMIAS REBELDES DE LA REGIÓN.
Con diferentes orígenes, los dos países enfrentan realidades similares:
Argentina y Venezuela, dos economías rebeldes de América Latina con fuerte intervención del Estado y un severo control de cambio que ha generado mercados negros de divisas, afrontan actualmente una tempestad monetaria e inflacionaria.
Compañeros en el seno del Mercosur y aliados políticos, los dos países han aplicado recetas económicas que rechinan a los economistas liberales.
Mientras se beneficiaban de precios de materias primas en constante aumento petróleo en el caso de Venezuela y soja en Argentina esto era sostenible, pero ambas economías muestran ahora signos de debilidad.
La Argentina de Néstor y Cristina Kirchner y la Venezuela de Hugo Chávez y Nicolás Maduro han llevado adelante “medidas de ‘sálvese quien pueda’, de taponamiento y de ajustes improvisados en torno a dos temas clásicos: la inflación y la fuga de capitales"
El jueves, el Fondo Monetario Internacional (FMI) puso en pie de igualdad la situación de Argentina y la de Venezuela, señalando sus dificultades en materia de inflación, en los balances de pago y en el mercado cambiario, que según la institución “afectan la confianza” y hacen que estos dos países sean los más amenazados de América del Sur. Sin embargo, “incluso cuando hay similitudes, Argentina y Venezuela son dos problemáticas distintas”, dijo Stéphane Straub, profesor de la Escuela de Economía de Toulouse.
A diferencia de Venezuela, cuyo ingreso de divisas depende en 85% del petróleo del que tiene las mayores reservas mundiales, Argentina tiene una importante producción industrial y agrícola, subraya por su lado el economista Nicolás Dujovne.
“En el mediano plazo, la producción de petróleo no está en aumento y los precios de los hidrocarburos podrían fluctuar ligeramente, lo que puede causar una vulnerabilidad” para Venezuela, estima Alejandro Werner, director del FMI para América Latina. En 2013, Venezuela creció apenas 1,2%, lejos del objetivo del 3% fijado por el gobierno. Argentina, por su parte, registró un alza del 4,5% del PIB, según la Cepal.
Existe además otra diferencia importante para los observadores y los mercados: Argentina cambiará de presidente en 2015, mientras que hará falta esperar hasta 2019 para las próximas elecciones presidenciales en Venezuela.
Los analistas subrayan que el principal problema de estos dos países es la alta inflación, que afecta a 70 millones de ciudadanos y otorga al dólar un papel clave en el día a día.
La inflación de Venezuela, de 56,2% en 2013, es la más alta de todo América Latina, aunque el índice perdona al petróleo, y un tanque lleno de gasolina cuesta menos de un dólar en ese país.
Argentina, por su parte, registró un alza de precios en 2013 estimado en más de 25%, según las consultoras privadas.
La punta del iceberg de la política de control monetario es la doble tasa de cambio. Como la moneda local es muy volátil, el dólar se convierte en una moneda refugio y cualquier medio para procurárselos es bueno. En Venezuela, desde la llegada de Maduro al poder en abril, el dólar pasó de 20 a cerca de 70 bolívares en el mercado negro (en el oficial se cotiza a 6,30) y en las “cuevas” de la capital argentina, el billete verde se intercambia a cerca de 12,50 pesos contra 8 en el mercado oficial.
ESCASES
En ambos países las importaciones son controladas y como Venezuela compra en el exterior casi todo lo que consume, la escasez alcanza a los alimentos de la canasta básica (azúcar, leche, harina, aceite), los cosméticos y hasta el papel higiénico.
El freno y los recargos a las importaciones han tenido en Argentina un impacto sobre la industria, a la que le faltan piezas o materiales provenientes del extranjero, y en los hospitales algunas operaciones son retrasadas por falta de prótesis.
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